La
primera vez que leí sobre la palabra “censura” relacionada con algún libro fue
en una revista. Tendría yo creo unos trece años y aquello estaba acompañado por
una imagen de personas quemando libros de Harry
Potter y con cruces en las manos. Era una imagen pequeña, pero considerando
que Harry Potter era, y sigue siendo,
parte importante en mi no tan corta vida, aquello me dejó con un mal sabor de
boca y con la pregunta ¿por qué niños de
otros lados no pueden leer la maravilla que yo estoy leyendo? Meses
después, mis padres también tomaron la decisión de censurarme los libros porque
me estaba obsesionando con ellos y porque era mejor si comenzaba a hacer otra
cosa en vez de quedarme encerrada leyendo…
obviamente no hice caso.
Según
a lo que pude investigar después, y recordando un poco el texto que leímos de
María Carvajal, Harry Potter fue
censurado en los Emiratos Árabes porque incentivaba a la brujería. Cuando yo
era niña y leía la saga, sí llegaba a imaginar que dentro de unos años mis
maravillosos poderes se desarrollarían, así que, si me pongo en los zapatos de
mi católica madre de ese entonces, puedo concluir que mis delirios afectaban mi
realidad un poco, pero… yo era una niña (¿tan malo era tener ilusiones?), simplemente
tenía que crecer para darme cuenta que lo más importante de esos libros era la
amistad que compartían los protagonistas, la unión familiar y que el bien tenía
que triunfar sobre el mal. Para eso tuve que dar una segunda y tercera releída,
algo que no hubiera podido hacer si en la iglesia le hubieran dicho textualmente
a mi mamá que mi héroe era obra del Diablo… tal y como pasó con las caricaturas
de Pokémon.
CENSURA. Pokémon
fue sacado de mi vida y casi lo logran con una serie de libros porque un
padre les dijo a los feligreses que esas eran cosas que no podían verse ni
tenerse en casa. La censura es puesta por aquellos que tienen
el poder. Esa frase fue mencionada en clase y ahí era
donde quería llegar.
En el libro Censores
trabajando se destacan puntos importantes que reflejan una idea clara de una
censura a mayor escala:
- Los libros no se publicaban en Francia sin que antes se sometieran a revisión
- No se podían publicar libros que tuvieran ideas contrarias a las del rey
- Se censuraban libros que simplemente no eran buenos
- Los que se encargaban de censurar, también se dedicaban a editar
- Se llegaba a considerar si los libros eran dignos de ser publicados
- Al paso del tiempo, los lectores podían percatarse si sus libros contenían partes censuradas, ya que se ponían códigos en ellos (como puntos suspensivos)
- No había castigos físicos, pero aquello llegaba a afectar relaciones laborales, para bien o para mal (chantajes)
- Se contaba con un canon literario (lo leíble, lo aceptable) y los índices (libros prohibidos)
Uno
podría pensar que la censura de libros es algo del pasado, pero la libertad de
expresión no puede ser absoluta. A continuación adjunto una pequeña lista de
libros contemporáneos y las razones por las que fueron censurados en un mundo
en donde la información tiene cada vez más alcance debido a los medios de
comunicación masiva (más recientemente con el internet):
Rebelión
en la granja – George Orwell
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Por su
crítica a las élites del poder.
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Obras
completas – Julio Cortázar
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En este
caso, el censurado fue el autor. Se le incluyó en la lista negra de la
dictadura militar en Argentina.
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El código
Da Vinci – Dan Brown
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Por hacer
ficción con pasajes de la vida de Jesús.
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Diario –
Ana Frank
|
Por la
dureza de los hechos que se narran.
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Sherlock
Holmes – Sir Arthur Conan Doyle
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Al igual
que Cortázar, este fue un autor censurado debido al ocultismo mencionado en
los libros.
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Lazarillo
de Tormes
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Por sus
críticas a la iglesia.
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Persépolis
– Marjane Satrapi
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Por la
descripción de Irán en tiempos de guerra en sus páginas.
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Charlie y
la fábrica de chocolate – Roald Dahl
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En este
caso hubo autocensura, ya que el autor decidió cambiar la descripción de unos
personajes.
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Los viajes
de Gulliver – Jonathan Swift
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Por su
visión anticolonialista y fraternal entre naciones.
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Madame
Bovary – Gustave Flaubert
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Por las
situaciones de adulterio, ya que atentaba contra la moral.
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No
importa si el libro es sobre un niño huérfano que lucha por salvar al mundo y a
sus amigos, no importa si los animales poseen la misma inteligencia que los
humanos, estos libros inocentes pueden ponerse a la par de aquellos que
describen guerras reales vistas por los ojos de unas niñas y pueden a
censurarse si tienen una idea contraria a la de un rey, a la de una religión, a
una forma de gobierno. No importa cuán grande sea. Pero como bien se mencionó
en clase: [la libertad de expresión no puede ser absoluta pero] no es el caso
del libre pensamiento.
Bibliografía:
IberLibro: https://www.iberlibro.com/libros/libros-censurados-prohibidos/index.shtml
La censura literaria de María
Carvajal
Libros en llamas.
Historia de la interminable destrucción de bibliotecas de Lucien
X. Polastron
Censores trabajando: De cómo los estados le dieron forma a la literatura de Robert Darton
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