32


Ya son 32. Y no es un disco de Adele. Es mi pinchi vida. Son 32 años en los que no he encontrado mi lugar en el mundo. Pero, creo que mi manía este año sí encontró un buen espacio a comparación de 2022 en cuestión lecturas. Me parece que haré este tipo de post cada año, una comparación de los libros de la lista de 30 antes de los 30 que he leído sin querer, porque he decidido leer sin seguirla, cosa que, honestamente, es mejor: leer lo que me dicta mi cabeza lectora.


Primeras lecturas (en español e inglés):
El 2023 aún no termina, pero creo que esta lista tiene un límite del 11 al 11 de noviembre de cada año.

5 frases de "La guerra no tiene rostro de mujer" de Svetlana Alexiévich

 




Estas son las cinco frases con las que me quedo de La guerra no tiene rostro de mujer de Svetlana Alexiévich:

  • Toda mi vida he enseñado historia... Y jamás he sabido contarla.
  • Recuerdo mi guerra. En la guerra hay mucha gente a tu alrededor, pero siempre estás sola, porque ante la muerte el ser humano siempre está solo.
  • Ella eligió una lucha acorde a sus fuerzas.
  • Recuerdo a un alemán herido, tumbado, se agarraba a la tierra, la herida le dolía; se le acercó nuestro soldado: "¡No toques eso, es mi tierra! La tuya está allí de donde has venido.
  • Terminada una nos tocó otra guerra [...] Los hombres nos dejaron con la espalda al descubierto. No nos protegieron. En el frente era diferente.

Reseña de libro: "Gótico" de Silvia Moreno-García

 




Hmmm... hmmm... ¡HMMM! Ok, esperaba que la obra justificara el hype... y me falló. Aparte, me quedé con la espinita de leerlo en inglés, ya que quiero saber qué tan bien o mal quedó la caracterización mexicana vista desde el punto de la autora mexico-canadiense, haciendo de lado la adaptación al español. Sin embargo, creo que la espinita no es tan molesta, porque no lo leería de nuevo.

Por muchísimos momentos le sentí vibes de películas estilo La cumbre escarlata, Huye y hasta de Monster House, jajajaja. Entonces a Virgil Doyle me lo imaginé como a Tom Hiddleston ;), muajajaja. 

En lo personal, el personaje de Noemí no me gustó, de hecho me desesperó. No fue una persona por la que sintiese empatía. El único punto bueno que le doy es que fue muy terca, en el buen sentido, lo que hizo que fuera un personaje consistente y sincero. En cuanto a los otros personajes, siento que cayeron en un cliché de las típicas películas de terror, con el ama de llaves rígida, el marido pretendiendo que todo está bien y el que lo sabe todo y no dice nada.

Sin embargo, lo que me hizo ponerle dos estrellas en vez de una, es que la escritura me pareció ligera y, por lo tanto, rápida de terminar; esto no quiere decir que tenía la urgencia de acabar el libro porque ya no lo soportaba, sino que siempre he sentido que este tipo de género a veces necesita dar muchas descripciones para nosotros poder visualizar lo que ve el personaje pero aquí fue muy conciso, directo y con una que otra buena metáfora. El texto se podría leer a lo mucho en dos días si la vida no nos hiciera tener jornadas de trabajo absurdas.

No soy de leer libros de terror. Si no recuerdo mal, he leído dos de Stephen King, pero nunca dieron miedo. Su escritura siempre la consideré más relacionada al suspenso, me siento con la necesidad de saber cómo rayos el personaje principal saldrá del problema y eso hace que comience a teorizar sobre lo que va a pasar y al final me divierte si le atino o no. Gótico no me provocó eso. O tal vez soy una rara que no le dan miedo estas cosas, no lo sé. Eso sí, lo que sí sentí fue asco. Esa visualización fue demasiada. ¡Qué bueno que no acostumbro a comer botanita mientras leo o tomo café/té!

No sé si este libro contiene algún trigger warning... espero que sí, ya que se mencionan cosas relacionadas con el incesto y la violaci*n.

Sí iría al cementerio inglés de Hidalgo, though :P

Dejo aquí algunas frases interesantes:

  • Tenía un corazón sangrante, crudo, pensó Noemí. La imagen se intensificó en su cabeza. El corazón anatómico era rojo, como el corazoncito que salía en el número veintisiete de los cartones de la lotería.
  • Venas y arterias taponadas con vicios secretos.
  • La familia. Todo el mundo había quedado traspuesto. La más venenosa de las tintas habría corrido por las páginas de la sociedad.
  • Las páginas interiores estaban en su mayoría intactas, aparte de un par de manchitas en algunas esquinas que le recordaron a las rayas y puntos del código morse. La naturaleza escribiendo en papel y cuero.


SILVIA MORENO-GARCÍA es una novelista mexico-canadiense radicada en Canadá, escritora de cuentos cortos y editora. Moreno-Garcia inició su carrera publicando sus obras en varias revistas de ficción y libros incluyendo Exile Quarterly. Fue finalista para el premio Manchester Fiction Prize en 2011. Su primera colección de cuentos cortos This Stranger Way of Dying fue publicado en septiembre de 2013 por Exile Editions. 






Reseña de libro: "El año del pensamiento mágico" de Joan Didion





Llevo muchísimo tiempo sin escribir absolutamente nada. ¡Qué pena! ¡Qué vergüenza! ¡Deshonrada yo y deshonrada mi vaca! (No, no dejaré de citar esta cita de Mulán). En fin. Ya llegará el momento en que llegue a escribir algo personal, ya sea aquí o en mi diario; el corazón no se siente, te deja un hueco en el pecho. Sin embargo, el alma sí está ahí, es pesada y hace falta hacerle campo de vez en cuando.

Anyway... 

Hace unos días leí El año del pensamiento mágico de Joan Didion y ¡vaya libro! (Creo que por eso me animé a escribir esta reseña). A diferencia de Lewis en Una pena en observación, quien se enoja y se cuestiona el porqué Dios decide ciertas cosas, Joan habla desde el porqué no pudo hacer nada, porqué no lo vio venir a pesar de tener tantas señales, por qué, por qué, por qué no pudo salvar al amigo y al amor de su vida, el también escritor, John Gregory Dunne. 

El libro es fuerte y, a través de descripciones que a mi parecer son crudas pero excelentes, se transmite el grado de shock e incredulidad que Joan siente: la pareja se disponía a comer y John cae. Horas después la autora llega casa a encontrarse con el comedor vacío y la comida fría, a encontrarse con la bufanda y chamarra que John llevaba puestas y todo esto entrelazándose con la preocupación de ver a su hija Quintana en el hospital, a quien ella y John habían visitado solo horas atrás.

¿A qué persona va a contarle lo sucedido si no es a John? Cada momento que pasa le llega esa pequeña pregunta. Cada momento que pasa espera a que él abra la puerta y aparezca, por lo que no se deshace de sus pertenencias. Su mente no lo acepta; su mente no descansa y al dormir deja de soñar. Hostiga a los doctores y les da recomendaciones para que su hija se recupere; revisa las pertenencias de su marido para encontrar respuestas y encuentra posibles pistas que pudieron haber predicho lo que iba a ocurrir. Tenía que haber una manera de curar, de volver en el tiempo. 

Estas memorias tienen pequeños tintes de crónica (inconscientemente es muy específica sobre las fechas y la hora de la muerte de John, de las veces que Quintana termina en el hospital, los lugares a los que ella viene y va). Hay datos que no todos comprendemos porque son términos médicos, pero son las cosas que ella leía para comprender desde el lado de la ciencia, porque para ella no había otra forma de aceptarlo.

Creo que las personas que leen este libro pueden identificarse con diferentes tipos de duelo, no solo por la muerte de alguien significativo, sino por alguna ruptura de amantes o de amigos. Tal vez por eso sentí la conexión. Al menos no lloré. It's that a good thing?

Aquí dejo algunas de mis partes favoritas:

  • "[...] sensaciones de angustia somática que se presentan en forma de oleadas de entre veinte minutos y una hora cada una, la sensación de tener un nudo en la garganta, dificultad para respirar, necesidad de suspirar y una sensación de vacío en el abdomen, falta de potencia muscular y una intensa angustia subjetiva que se describe como tensión o dolor mental". Un nudo en la garganta. Ahogo y necesidad de suspirar.
  • Y sin embargo, yo no estaba preparada para aceptar que la noticia fuera definitiva: a cierto nivel seguía creyendo que lo sucedido todavía era reversible. Por eso necesitaba estar sola [...] Necesitaba estar sika para que él pudiera volver.
  • Sus ojos. Sus ojos azules. Sus ojos azules e imperfectos.
  • Te sientas a cenar y la vida que conocías se acaba. En un abrir y cerrar de ojos. O en unos ojos que ya no se abren.
  • ¿Qué daría yo por poder charlar de todo esto con John? ¿Qué daría yo por poder charlar de cualquier cosa con John? ¿Qué daría yo por poderle decir alguna cosilla que lo hiciera feliz? ¿Y qué cosilla sería? Si le hubiera dicho a tiempo, ¿acaso habría funcionado?

JOAN DIDION fue una escritora y periodista estadounidense conocida por sus ensayos, crónicas y labor periodística. Se le considera una de las pioneras del nuevo periodismo junto con Gay Talese, Hunter S. Thompson y Tom Wolf. Comenzó a escribir textos desde temprana edad, a pesar de que ella nunca se vio como escritora hasta que editaron sus obras.

Ya tengo 31...



 ... y mi intención de leer 30 libros antes de los 30 fracasó. Han pasado más de dos años desde que escribí mi último post y se me hace increíblemente loco pensar cómo es que aún siento que solo han pasado días desde octubre de 2018 (la fatídica fecha en que me quedó un hueco en el pecho), lo cual es todavía más loco porque de eso ya son cuatro años.

En fin.

Sí pude hacer mi relectura de A Court of Thorns and Roses (Una corte de rosas y espinas) de Sarah J. Maas (pero esto solo lo sé porque Goodreads lo tiene registrado, no porque yo lo recuerde) y mi tómbola virtual me dijo que leyera Brave New World (Un mundo feliz) de Aldous Huxley. Y hasta ahí llegué, porque mi cerebro se dio por vencido. Las palabras dejaron de tener sentido para mí, así que abandoné toda esperanza, en todos los sentidos.

Goodreads no registró nada en 2021. No sé si es porque no leí o volví a olvidar. Pero sería comprensible que no leyera nada; me sentía muerta.

Pero, pero, pero, este año comencé leyendo. Ni pensé en los libros de la lista (porque ya había cumplido 30 y pues ya no valía). Lo malo es que hice una pausa porque retomé mis actividades laborales en abril. Entre la capacitación y el estrés por un nuevo, el tiempo se aceleró y de repente me encontré en agosto. La lectura que había comenzado a finales de marzo Los hijos de los días de Eduardo Galeano (el libro que está en la lista del mal) quedó incompleta. 

Entre los libros que he leído este año se encuentra A Court of Thorns and Roses... ¡Otra vez! Facepalm. Además, empecé en agosto y lo terminé apenas este mes. Dishonor on me and dishonor on my cow! Y los siguientes:


Lo malo de todo esto, es que cuando retomé ACOTAR (también en audiolibro, pero con lectura al mismo tiempo), me di cuenta de que se debía a que iba a experimentar un episodio de manía lectora y que sabía que no iba a durar. Terminé ACOTAR, seguí con Lady Chatterley's Lover (El amante de Lady Chatterley) de D.H. Lawrence, decidí releer A Court of Mist and Fury (Una corte de niebla y furia) porque me volví a picar con la saga, y finalmente comencé con Smoke and Mirrors: Short Fictions and Illusions (Humo y espejos: Ficciones e ilusiones) de Neil Gaiman. No he llegado a las 50 páginas de ninguno de ellos.

No escribiré los nombres de los libros que compré este año... eso sería una desvergüenza y no creo retomar las reseñas, pero estoy intentando escribir un diario de lectura, así que algo es algo.

Y después de tanto enredo, ¿por qué acabo de escribir esto? No puedo dormir porque hace como una hora edité y envié un currículum para un trabajo nuevo. Parece que estoy salada, ugh: acaban de cerrar el departamento en donde estaba trabajando... ¿Es que no puedo tener un año completito tranquilo?